El periodista de DT en inglƩs, Game of Thrones.
Advertencia: Este artĆculo contiene spoilers importantes del episodio 4 de la temporada 2 de House of the Dragon.
House of the Dragon de HBO se ha tomado su tiempo para llegar al drama real que escupe fuego en el centro de su historia. La primera temporada de la precuela de Game of Thrones fue en gran medida un preĆ”mbulo, uno que concluyó con la impactante muerte de un personaje cuya importancia para la aparente protagonista del programa, Rhaenyra Targaryen (Emma DāArcy), era mayor que para la audiencia. En los episodios transcurridos desde entonces, House of the Dragon se ha despedido de manera similar, a veces de manera horriblemente brutal, de varios de sus personajes secundarios. Al mismo tiempo, ha hecho todo lo posible para que los espectadores sientan la lenta combustión de un fuego creciente que ha tardado casi 14 horas completas de televisión en explotar.
House of the Dragon se ha mantenido como una producción consistentemente entretenida, a menudo increĆblemente bien presentada a lo largo de este tiempo, pero un drama de ritmo lento ambientado principalmente en los mismos dos castillos (es decir, la Fortaleza Roja de Desembarco del Rey y Rocadragón) no es necesariamente lo que los fanĆ”ticos de Game of Thrones firmaron cuando sintonizaron originalmente. La serie se vendió como una precuela explosiva de dragón contra dragón que dramatizarĆa exactamente cómo la dinastĆa Targaryen se quemó desde dentro. Hasta este punto, no ha sido tan estruendoso como eso. En cambio, ha sido mucho mĆ”s amanerado y reservado, al menos para los estĆ”ndares de su franquicia, de lo que mucha gente podrĆa haber predicho antes de su debut.
Afortunadamente, con el episodio del domingo pasado, House of the Dragon finalmente se ha convertido en su versión mÔs despiadada y entretenida.
Una danza de dragones

El cuarto episodio de la temporada 2 de House of the Dragon, titulado El Dragón Rojo y el Oro, termina con la batalla mĆ”s grande e importante de la serie hasta el momento. El conflicto, conocido entre los lectores de Fire & Blood como la Batalla en Rookās Rest, sigue a Ser Criston Cole (Fabien Frankel) mientras Ć©l y Aemond Targaryen (Ewan Mitchell) ejecutan un ataque al castillo de uno de los aliados mĆ”s cercanos de Rhaenyra. En respuesta, Rhaenys (Eve Best) se ofrece como voluntaria para quemar a Cole y su ejĆ©rcito con su dragón, Meleys. Sin embargo, cuando llega a Rookās Rest, se sorprende al encontrarse no solo con Aemond y su temible dragón, Vhagar, sino tambiĆ©n con el rey Aegon II (Tom Glynn-Carney), que llega sin previo aviso a lo alto de su montura, Sunfyre.
La batalla finalmente se cobra la vida de Rhaenys y Meleys, mientras que Aegon y Sunfyre sufren lo que parecen ser, como mĆnimo, heridas fatales no solo de Meleys, sino tambiĆ©n de Aemond, el Ćŗltimo de los cuales a sabiendas ordena a Vhagar que lance un ataque mortal de fuego de dragón contra su hermano. El episodio concluye con el destino de Aegon en el aire (los lectores de Fire & Blood saben lo que estĆ” por venir con Ć©l) y uno de los dragones y jinetes de dragones mĆ”s poderosos de Rhaenyra muerto.
Es una secuencia de asombroso alcance y poder, brillantemente dirigida por el veterano director de Game of Thrones, Alan Taylor. TambiĆ©n marca el momento en que el conflicto central de House of the Dragon, una guerra civil Targaryen conocida como la Danza de los Dragones, por fin se siente tan peligroso como deberĆa.
Una muerte impactante y un nuevo punto de inflexión
Inicialmente parecĆa que ese punto de inflexión habĆa llegado en el final de la temporada 1 de House of the Dragon, que termina con la muerte del hijo de Rhaenyra, Luke (Elliot Grihault), a manos de Aemond y Vhagar y una toma final de Rhaenyra mientras su expresión desconsolada se endurece en una de rabia aterradora. Sin embargo, la serie de HBO optó por no seguir adelante con las ominosas implicaciones de los momentos finales de ese episodio. Al llenar las tres primeras entregas de su segunda temporada con momentos de relleno, violencia insignificante y puesta en escena, House of the Dragon le costó a su guerra central el peso emocional y el borde sangriento que la muerte de Luke le habĆa proporcionado. La Batalla en Rookās Rest le da a la serie ambos elementos de nuevo, y lo hace de una manera mucho mĆ”s catastrófica y desgarradora que la pelea letal de Luke y Aemond.

Al igual que muchas de las muertes mĆ”s importantes de Game of Thrones, la desaparición de Rhaenys y la caĆda de Aegon en la temporada 2 de House of the Dragon han cambiado por completo el panorama de la serie. Con uno de los consejeros mĆ”s cercanos de Rhaenyra ya no y Aegon, como mĆnimo, incapaz de sentarse en el Trono de Hierro, quienes los rodean tendrĆ”n que adaptarse y actualizar sus planes de inmediato. Personajes como el esposo de Aemond y Rhaenys, Corlys Velaryon (Steve Toussaint), tienen la oportunidad de ser aĆŗn mĆ”s el centro de atención ahora, mientras que Rhaenyra y Alicent (Olivia Cooke) deberĆ”n encontrar nuevos caminos para ellos y sus aliados.
Tendremos que esperar para ver cómo todos dentro de la serie eligen responder a los eventos de la Batalla en Rookās Rest, que le ha dado a la precuela de Game of Thrones la sensación de peligro mordaz y despiadada de la que carecĆa anteriormente. Pero no importa cómo elija navegar por las consecuencias de El Dragón Rojo y el Oro, es emocionante ver a House of the Dragon convertirse en el programa que se suponĆa que debĆa ser todo el tiempo.
Los nuevos episodios de la temporada 2 de House of the Dragon se estrenan los domingos por la noche en HBO y Max.