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Acá te dejamos un listado de los 5 peores lugares para dejar una computadora.
En el suelo
Dejar una computadora en el suelo es una de las peores opciones debido a la alta probabilidad de accidentes. Por ejemplo, alguien podría tropezar con ella, lo que no solo puede dañar la computadora sino también causar lesiones a la persona. Además, el suelo suele estar sucio y lleno de polvo, lo que puede ingresar a los componentes internos y afectar su funcionamiento.
El polvo y la suciedad acumulados pueden obstruir los ventiladores y disipadores de calor, provocando un sobrecalentamiento que reduce la vida útil del equipo. También, si el suelo está húmedo o mojado, existe un riesgo significativo de daños por líquidos, que pueden causar cortocircuitos o corrosión interna. Esto es especialmente peligroso para laptops y dispositivos electrónicos sensibles.
Además, el suelo suele ser una zona de mucho tránsito, lo que aumenta las probabilidades de que alguien pise o golpee la computadora accidentalmente. Las caídas o golpes pueden dañar la pantalla, el disco duro o la carcasa, generando reparaciones costosas o la pérdida total del equipo. Por lo tanto, dejar una computadora en el suelo es una práctica que pone en riesgo tanto su integridad física como su funcionalidad.
Finalmente, desde un punto de vista ergonómico y de organización, colocar la computadora en el suelo dificulta su uso y mantenimiento. No es un lugar cómodo ni seguro para trabajar, y puede generar posturas forzadas que afecten la salud del .
Cerca de fuentes de calor
Dejar una computadora cerca de fuentes de calor como radiadores, estufas o luz solar directa es muy perjudicial para su funcionamiento. Los componentes electrónicos son sensibles a las altas temperaturas, que pueden acelerar el desgaste de los circuitos y reducir la eficiencia de los sistemas de enfriamiento internos. Esto puede derivar en fallos prematuros o incluso daños irreversibles.

El calor excesivo puede afectar especialmente al procesador, la tarjeta gráfica y el disco duro, provocando sobrecalentamientos que obligan al equipo a apagarse para evitar daños mayores. La exposición prolongada al calor puede deformar las piezas plásticas y afectar la batería, disminuyendo su capacidad y vida útil. Por lo tanto, es fundamental mantener la computadora en un ambiente fresco y ventilado.
Además, el calor puede aumentar la acumulación de polvo y suciedad en los ventiladores, ya que el polvo tiende a adherirse más en ambientes cálidos y secos. Esto empeora la circulación de aire y agrava el problema del sobrecalentamiento, creando un círculo vicioso que puede terminar dañando el equipo. Por eso, evitar fuentes de calor es clave para preservar la integridad del hardware.
Por último, la exposición constante al calor también puede afectar la pantalla, especialmente en laptops con pantallas LCD, que pueden sufrir quemaduras o pérdida de calidad de imagen.
En lugares húmedos o con agua cerca
La humedad y el agua son enemigos naturales de las computadoras. Dejar una computadora en un lugar húmedo o cerca de líquidos aumenta el riesgo de daños por corrosión interna y cortocircuitos. Incluso una pequeña cantidad de agua puede infiltrarse en los componentes electrónicos y causar fallos irreparables.
La humedad también puede provocar condensación dentro del equipo, especialmente cuando se mueve de un ambiente frío a uno cálido. Esta condensación puede generar cortocircuitos o dañar las placas electrónicas, afectando la estabilidad y seguridad del dispositivo. Por eso, es fundamental evitar que la computadora esté expuesta a ambientes con alta humedad relativa.

Además, la exposición prolongada a la humedad puede deteriorar los conectores, cables y puertos, dificultando la conexión de periféricos y reduciendo la funcionalidad del equipo. También puede afectar la batería, acelerando su desgaste y aumentando el riesgo de fugas o explosiones. Por lo tanto, mantener la computadora seca es una medida preventiva básica.
Finalmente, los ambientes húmedos suelen favorecer la proliferación de moho y hongos, que pueden crecer en las superficies y dentro de los componentes, generando olores desagradables y posibles problemas de salud para el .
4. En lugares con mucha vibración o movimiento constante
Dejar una computadora en lugares con vibración constante o movimiento, como dentro de un vehículo en marcha o sobre maquinaria pesada, puede ser muy dañino. Las vibraciones pueden afectar especialmente a los discos duros mecánicos, que contienen partes móviles sensibles. Esto puede provocar errores de lectura, pérdida de datos o fallos mecánicos.
Además, las vibraciones continuas pueden aflojar conexiones internas, dañar soldaduras o provocar microfracturas en los circuitos impresos. Esto afecta la estabilidad del equipo y puede generar fallos intermitentes difíciles de diagnosticar. Por lo tanto, evitar la exposición a vibraciones es fundamental para mantener la integridad del hardware.

El movimiento constante también aumenta el riesgo de caídas o golpes accidentales, que pueden dañar la pantalla, la carcasa o los componentes internos. En particular, las laptops y tablets son más vulnerables a estos daños debido a su diseño compacto y portátil. Por eso, es importante asegurarlas bien si deben transportarse.
Finalmente, el estrés mecánico generado por vibraciones y movimientos puede acelerar el desgaste general del equipo, reduciendo su vida útil y aumentando la necesidad de reparaciones.
5. En lugares sin ventilación o espacios cerrados
Dejar una computadora en espacios cerrados o sin ventilación adecuada es un error común que puede causar sobrecalentamiento. Los equipos electrónicos generan calor durante su funcionamiento y necesitan un flujo constante de aire para disiparlo. Sin ventilación, el calor se acumula y puede dañar los componentes internos.
El sobrecalentamiento puede provocar que el equipo reduzca su rendimiento para protegerse, causando lentitud o apagados inesperados. También puede dañar el procesador, la tarjeta gráfica y la batería, acortando la vida útil del dispositivo. Por eso, es vital que la computadora esté en un lugar con buena circulación de aire.

Además, la falta de ventilación puede aumentar la humedad interna, favoreciendo la condensación y la acumulación de polvo. Esto empeora la situación térmica y puede generar fallos eléctricos o mecánicos. Mantener la computadora en un espacio ventilado ayuda a evitar estos problemas y mejora la estabilidad del sistema.
Por último, los espacios cerrados dificultan la limpieza y mantenimiento del equipo, lo que puede llevar a la acumulación de suciedad en los ventiladores y filtros. Esto reduce la eficiencia del sistema de enfriamiento y aumenta el riesgo de daños.